Miami Heat derrotó con cierta facilidad a Dallas Mavericks (92-84) y se apunta el primer triunfo en la final de la NBA, que mañana regresa para el segundo partido al American Airlines Arena de Miami. Ante 20.003 espectadores en ese mismo Arena de Miami, un larguísimo partido de dos horas y 38 minutos se convirtió en el éxito inicial y vale la primera derrota de los Mavs en un desplazamiento en estos playoffs desde la ya lejana primera ronda, en Portland, en abril. "El partido se jugó del modo en que quisimos nosotros", resumió, con razón, el decisivo Dwyane Wade.
Miami dominó juego y resultado por las mismas razones que le han llevado a esta final: defensa, organización y el 'Big Three' de 'Los Tres Amigos', LeBron James, Wade y Chris Bosh, especialmente James y Wade. Entre los tres computaron un total de 65 puntos... y 28 rebotes. LeBron y DWade tuvieron brillantes intervenciones en momentos decisivos: 24 puntos (9/15 en tiros, 4/5 en triples), nueve rebotes y cinco asistencias para James, y 22 puntos (9/19), con diez rebotes y seis asistencias para Wade... que además agregó dos tapones cruciales, uno de ellos a Marion, a falta de 3:44, con 79-73. De vuelta del tapón, a 3:06, Wade logró un triple volante que significaba el 82-73, una diferencia inaccesible para Dallas, cuando se entraba en los tres últimos minutos. Los Mavericks ya no se iban a recuperar de los golpes de la mano de Wade. Dirk Nowitzki acabó con 27 puntos, pero con un discreto 7/18 en tiros (12/12 en libres), perseguido por Joel Anthony y Udonis Haslem, dos defensores altos y móviles, siempre con ayudas rápidas desde el interior.
En defensa, la habitual zona 2-1-2 de Dallas no le sirvió ni para proteger el rebote... ni para detener a James, Bosh y Wade. Peor aún, se ve que el ataque posicional de Miami, 'reseteado' constantemente a las órdenes de Erik Spoelstra, tiene muy reconocidos el ritmo y los huecos de esa zona, que rompe con un buen fluido de pases y cortes. Dallas va a tener que ajustar y buscar otras cosas.
Sólo Marion (16 puntos, 10 rebotes) y Terry (12 puntos, 3/7 en triples) supieron aprovechar la preocupación defensiva de Miami sobre Nowitzki. No hubo ningún otro jugador de Dallas que llegara a la decena de puntos, con fracasos señalados del pequeño base Barea (dos puntos, 1/8, incapaz ante los potentes bases de Miami) y el alero Stojakovic: cero puntos, 0/3 en triples. Kidd y Chandler coincidieron en nueve puntos, con seis asistencias para Kidd... que sumó tantos rebotes como el pívot Chandler: cuatro. Además de las tres grandes estrellas, dos secundarios de Miami firmaron notables aportaciones: 12 puntos para Chalmers (3/7 en triples) y siete, con seis rebotes, para Haslem. Fracasó Bibby (cero puntos, 0/4 en triples) y Anthony no anotó, concentrado en la defensa sobre Nowitzki. Mike Miller logró seis puntos (2/4 en triples) y cinco rebotes.
Con su decena de capturas, Marion fue el máximo reboteador de Dallas, por delante de Nowitzki (ocho). Gracias a Wade, James y Bosh (19 puntos, nueve rebotes), Miami gobernó con desahogo la cifra de rebotes: 46-36 y, además y como de costumbre, limitó extraordinariamente la puntería rival.
El 'scouting report' de Miami y el equipo técnico de Erik Spoelstra, que a su vez fue un 'scout', un ojeador, sigue teniendo influencia decisiva. Los Mavericks, que podían tirar con más del 50% de aciertos ante los Lakers, por ejemplo, se quedaron ayer en un triste 37,3%: 25/67 en tiros de dos y 9/22 en triples, mientras los Heat subían hasta el 38,8%, con 11/24 en triples (James, 4/5; Chalmers, 3/7; Wade, 2/4). Mark Cuban, propietario de los Mavericks, no podrá quejarse de los árbitros: Dallas lanzó seis tiros libres más que Miami (32-26), con la misma diferencia en puntos anotados (25-19). Las pérdidas de balón estuvieron muy limitadas, pero aún así, Dallas entregó al contrario un balón más que Miami: 11-10.
Dallas Mavericks mandaba en el descanso por un mínimo 43-44, tras dos cuartos tensos y equilibrados, donde cada equipo iba ajustándose a las cartas que mostraba el rival. Sendos triples de Terry y Chalmers cerraron la primera parte. Después, en el tercer cuarto, Dallas llegó a escapar hasta por 47-53... pero Miami fue regresando con James, Bosh y Wade. "Es difícil parar un doble juego con dos 'playmakers' tan físicos y móviles como LeBron y yo", apuntó el mismo Wade. Desde luego, Dallas no pudo hacerlo, con Kidd, Terry y Barea sometidos constantemente por el ritmo y velocidad de 'King' James y DWade, que martillean la pista con un eco y vatios ("boom, boom...") similares al de una manada de elefantes. Un triple de LeBron valió el 60-59, a 1:12 del final del tercer cuarto. James aún conectó otro tiro de tres para cerrar ese tercer cuarto en 65-61. Dallas ya no llegaría ni al empate. Un '2+1' de Haslem, tercera falta de Nowitzki, en buena asistencia de Bosh contra la zona de Dallas, impuso el 75-69 a 6:36. Después, en los momentos de la verdad, los 'colts' aparecieron en las manos de Wade, LeBron y Bosh, que para nada se cortan a la hora de apretar el gatillo. Y además, aciertan. A diez segundos del final, el marcador tomaba aires de victoria muy cómoda para Miami (92-81); a tres segundos, un triple de Kidd dejó el 92-84 definitivo. Pero el aire de inevitable superioridad de Miami es bastante superior de lo que marca esa diferencia. Al menos, hasta mañana...
